Hace unas semanas estuve de viaje por Samaná, al norte de República Dominicana, y una de tantas cosas que me llamaron la atención de esta región con muy poco turismo y grandes tesoros naturales, a parte de la simpatía de la gente, fueron los comercios de los pueblos. Por descontado que los bares y peluquerías eran mayoría, pero en la capital de la región, también llamada Samaná, encontramos un estudio de fotografía donde hacerse fotos para documentos. No pude evitar cotillear el estudio, y esto es lo que me encontré. No muy diferente a un estudio en España, aunque se nota que en el Caribe llueve mucho y el barro se cuela en todas partes.
Categoría: Fotografía
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Deleitosa, imagen de la España de postguerra
Hay pueblos con historias muy curiosas, como por ejemplo Deleitosa, pequeño pueblo de Extremadura que en 1952 visitó Eugene Smith, famoso fotógrafo de la agencia Magnum, para reflejar como era la España de postguerra y lo mala que era la vida bajo el regimen franquista. Hoy en día Deleitosa es un pueblo como otro cualquiera, pero con una calle dedicada a un extraño personaje extranjero.
Deleitosa por Eugene Smith -
El gran dedo masturbador
Profundamente emocionado, insisto en decirles hasta qué punto soy sensible al desvelo que le han consagrado al acto de nuestro gran dedo masturbador de obturadores unido al agente perturbador que es nuestro órgano visual.
Contestaciones de Henri Cartier-Bresson
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El manejo de la cámara…
El manejo de la cámara, el diafragma, las velocidades, etc.., tiene que ser un acto reflejo, como cambiar de velocidad en un coche, no hay nada que comentar acerca de estas operaciones por complicadas que sean; se enuncian con precisión militar, en el manual de instrucciones que proporcionan los fabricantes junto con la cámara y su funda de piel de vaca.
verdades de Henri Cartier-Bresson
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Como editar 15.000 fotos rápidamente
20 días de viaje dan para muchas fotografías, más de 15.000 para un gatillo flojo como yo, y es que con el digital no cuesta darle al botón, pero si consume mucho tiempo después en el ordenador. Para editar esta cantidad de fotos en un tiempo razonable sigo siempre el mismo método en Adobe Lightroom o cualquier programa que permita usar estrellas (para ordenadores modestos recomiendo el programa Photo Mechanic, que es muy rápido y mueve raws como si no costase), y por ahora me funciona bastante bien . Es parecido al método del fotógrafo Chase Jarvis, pero con sus peculiaridades. Los pasos son los siguientes:
1 . Copiar las fotos del portátil al PC principal. Como en ambos ordenadores uso Lightroom, exporto el catálogo a un disco duro extraible y lo importo en el PC principal. Así importo también algunas etiquetas básicas que les haya puesto a las fotos, como por ejemplo el lugar donde se hicieron, y si ya puntué alguna en el terreno, trabajo que voy ahorrando. Lo único malo de esto es que hay que copiarlas al extraible e importarlas en el PC principal, lo que puede llevar bastante tiempo. Para 15.000 fotos, fácilmente unas 10 horas.
2. Generar previsualizaciones. Si no queremos que nos dé un ataque al revisar una a una las fotos en Lightroom, más nos vale generar las previsualizaciones antes de hacer nada. Esto es lento, satura el PC, pero después lo agradeceremos. Fácilmente puede tardar otras 10 – 12 horas, así que el primer día lo gastaremos tan sólo en mover y preparar fotos en el PC principal.
3. Puntuar con estrellas. Empieza la parte laboriosa, y donde empezaremos a ver el trabajo realizado. Puntuar todas las fotografías de 2 a 4 y borrar las mierdas que hayamos hecho. Para ello, pongo los dedos de la mano izquierda sobre los números 2, 3 y 4, y el pulgar en la X, que es la etiqueta de foto rechazada, y la mano derecha sobre las flechas del teclado, para asignar las puntuaciones de la siguiente manera:
1. Caso especial de galería de los horrores. Fotos que quiero conservar porque si estuvieran bien técnicamente serían pasables, o porque tienen algo que quiero guardar.
2. Foto personal o mala pero que quiero conservar por algún motivo, como pruebas, carteles para saber donde fue hecha la foto, etc…
3. Fotos visibles. Estas fotos se pueden enseñar a alguien que quiera ver miles de fotos, y aunque sean correctas técnicamente, tampoco es que aporten mucho. Fondo de archivo.
4. Fotos interesantes. A parte de ser correctas técnicamente, tienen un algo que llama la atención. Son fotos que pueden llegar a ser buenas y gustar al público.
X. Mandar a la hoguera. Todo lo que no queramos volver a ver será marcado con esta letra.
Muchas veces nos encontramos con que tenemos 5 o 6 fotos muy parecidas, con leves cambios. Si no hay ninguna que me llame la atención sobre las otras, marco una con 4, y las otras las dejo con 3. Así, si más adelante veo que la foto de 4 es horrible, miro las de 3 para ver si hay alguna opción mejor, y así quedarme con la buena para mi gusto y borrar las otras.
4. Hacer criba entre las fotos «buenas». Ahora toca refinar un poco lo escogido, así que pongo el filtro de ver solo fotos con 4 estrellas o más, y vuelta a ver las fotos. Esta vez con un poco más de calma, marco con la P (foto con indicador, la bandera blanca) las que me parecen más interesantes. Si hay alguna que me deslumbra por su calidad y me gustaría que todo el mundo supiera que esa foto la hice yo, entonces la llegaría a puntuar con un 5. A esta puntuación solo llegan algunas escogidas, y por ejemplo en 2011, de unas 26.000 fotos del catálogo, solo 89 tienen esta puntuación. Si ocurre que con alguna foto fui muy optimista al puntuarla de 4, suelo bajarla a 3, y mirar si hay alguna parecida de 3 para borrarlas.
5. Destino final. Una vez indicadas con la bandera blanca las mejores fotos, miro cual va a ser su destino y edito las escogidas, además de añadirles todas las etiquetas necesarias y el título. Las marco por colores según donde vayan a ser publicadas:
rojo. Foto en flickr
amarillo. Foto de stock
verde. Foto para el cliente
azul. Foto en alguna red social, como Facebook o 500px. Aquí pueden ir fotos con cualquier puntuación de estrellas
En caso de que una foto tenga varios destinos, la dejo en amarillo o verde, ya que las fotos subidas a flickr o facebook quedan guardadas en la lista de los plugins correspondientes.
Este es el sistema que sigo, y aunque parezca algo lioso, puedo clasificar las 1.000 fotos de un rally en menos de 2 horas, además de darles unos retoques básicos. Recomiendo tener un sistema propio para administrar las fotos, y sobre todo saber los atajos de teclado básicos, como la X, P, G, E, D… Nos ahorrará mucho tiempo y uso de ratón.
Y tú, que método usas?
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Calibrando el monitor
Aunque parezca increíble, aún no tenía calibrado mi monitor principal de trabajo, así que hace unas semanas compré junto a unos amigos un calibrador de pantalla, el ColorMunki Display por 145€, y me gustaría comentar porqué es tan importante trabajar con un monitor calibrado.
Hoy en día dependemos del monitor para ver nuestras fotografías, y por muy bueno que este sea, si no lo tenemos configurado con un brillo, contraste y balance de color adecuado, veremos las fotografías diferentes a como son en realidad, por lo que el resto del mundo verá imágenes diferentes a como queríamos que fueran, y cuando imprimamos alguna copia nos llevaremos un susto. Para evitar estos problemas está el calibrador, un aparato que «ve» el monitor y nos asegura que el rojo es rojo, el azul es azul, y el verde es verde, además de configurar el monitor a un brillo y contraste adecuado.
De esta forma, nuestro monitor será de fiar. Esto no quiere decir que si calibramos un monitor de 100€ milagrosamente será tan bueno como un Eizo de 800€. El monitor seguirá siendo igual de malo y limitado en su representación cromática, pero por lo menos los colores que pueda representar los mostrará correctamente. Esto también es aplicable a los portátiles.
Configurar un monitor es muy sencillo. El software del calibrador nos guiará por los distintos pasos, y tras esperar unos minutos, nuestro monitor será más fiel a la realidad. Al principio no notaremos mucha diferencia, pero seguro que las imágenes se ven más planas y aparezcan dominantes extrañas. A modo de ejemplo, pongo una foto revelada antes y después de calibrar el monitor. Los cambios son sutiles pero significativos.
Sin calibrar Con el monitor calibrado -
Aparición en National Geographic
Este mes empieza con una buena noticia para mí. Han publicado una fotografía mía en la National Geographic de marzo, una de las revistas que mejor reputación fotográfica tiene. Aunque la fotografía se publica por haber sido una de las dos ganadoras en el concurso «Tu Foto», con temática Europa, a uno siempre le hace ilusión ver una foto suya en una publicación tan prestigiosa.
El camino para ser un Robert Kincaid está cada vez más cerca.
La foto en cuestión es este árbol de París (usada en el artículo sobre París que escribí en el blog de viajes machbel.com), ciudad preciosa donde las haya. No es nada del otro mundo, pero tiene un algo. No se si la luz del atardecer, el árbol con corazones o simplemente que es París.
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Como mejorar como fotógrafos rápidamente
Mucho hay escrito sobre como mejorar nuestras fotografías. Que si tutoriales milagrosos, cursos intensivos de 10 horas que nos van a enseñar los secretos de los maestros, que si libros que se autodenominan la biblia de la fotografía. Hay opciones para todos los gustos y bolsillos.
Con tanto como hay dicho, mi opinión puede parecer una tontería, pero ahí va.
Una vez que sabemos manejar nuestra cámara (para esto no hay nada mejor que el manual de la cámara, es el mejor libro que encontraremos en el mercado sobre su funcionamiento), y nos sentimos cómodos con los conceptos de apertura, velocidad de obturación, ISO y demás palabritas del tema, tan solo nos queda un paso para ser grandes fotógrafos:
Dejar de lloriquear y hacer fotografías.
Da igual la cámara, objetivo o accesorios tengamos. Si sabemos su funcionamiento básico, y dedicamos horas, días, y años a hacer fotos, terminarán por llegar los resultados. En fotografía, como en muchos otros artes, a muy pocas cosas se llega con la suerte y el don innato. Si hacemos fotos durante 6 horas todos los días, seguramente tengamos mejores fotos que ese genio de la fotografía que solo saca la cámara una vez al mes.
Es simple estadística.
Ya solo por el echo de estar mucho tiempo haciendo fotos, nuestro ojo se va a educar a ver con la cámara, manejaremos la cámara como si fuera nuestra mano, y capturaremos exactamente lo que queremos. Puede parecer un camino largo, pero al final es el más corto.
Hay una teoría que dice que necesitamos 10.000 horas para ser experto en algo. Esto suponen unas 6 horas todos los días durante. 4,5 años para ser experto en fotografía. Y no siempre estamos 6 horas al día con las fotos.
Así que deja de leer esto y coge tu cámara. ¿Te apuntas?
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Bruce Gilden, el pequeño cabroncete con flash
Fotógrafos peculiares hay muchísimos, pero seguro que Bruce Gilden, este veterano fotógrafo de Magnum, que va por la calle con su pequeña Leica en una mano y su vetusto flash Vivitar en la otra no deja indiferente a nadie, sobre todo a los que retrata. Su estilo, invasivo y cercano, desconsiderado según dicen algunos, le permite captar la verdadera realidad de las calles y conocer a personajes peculiares que Bruce Gilden reconoce como sus amigos, aunque nunca intercambiase una palabra con ellos.
Su lugar favorito para hacer fotos es la 5ª avenida de New York, calle mítica donde las haya, aunque también hizo trabajos en Haití (el país sudamericano donde la gente es menos reacia a que les hagan fotos), Francia, Irlanda y sobre todo Estados Unidos.
Todo un personaje del que se puede aprender mucho. Por supuesto, es de mis fotógrafos favoritos.
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De año nuevo chino por Madrid
Este fin de semana estuve por Madrid para visitar Fitur, y cual fue mi sorpresa al encontrarme con la celebración del año nuevo Chino 2012 en la Puerta del Sol. Mucho espectáculo, colorido, y algunas capturas que me parecen interesantes. Todo realizado con el 17-40 mm y el 50 mm, que esos desenfoques que dan son ideales para los retratos rápidos. Muchas más fotos en la galería del año nuevo Chino.
Feliz año del Dragón de agua!
Niña celebrando el año nuevo chino -
Rompiendo 5 mitos fotográficos
Desde hace un tiempo, siempre que conozco a alguien aficionado a la fotografía, siempre me pregunta las mismas cosas o tiene las mismas dudas, y aunque no sea ningún experto, creo que mi opinión acerca de varios mitos fotográficos puede ser interesante, así que ahí van:
1. La cámara no es lo importante
Que curioso que todo el que diga esto tenga una cámara de alto nivel, como una full frame o una de medio formato. Es cierto que para componer y captar un momento interesante lo importante es verlo y darle al obturador en el momento justo, pero si la cámara tiene un poco de retraso entre pulsar y actuar, su visor no es lo más indicado para ver el mundo, y cada vez que queremos cambiar algún parámetro tenemos que recorrer todos los menús, entonces la cosa se complica bastante. Además, esos desenfoques tan bonitos requieren, por cuestiones ópticas, unas cámaras con un sensor grande y una óptica muy luminosa, no disponible en las opciones más económicas, al igual que los teleobjetivos para captar animales salvajes, los objetivos descentrables para hacer efectos raros o los objetivos pata negra que dan una definición casi mayor que la realidad. Incluso en fotografía callejera, que es donde la cámara menos importaría, todos los grandes se decantan por una Leica. Por algo será 😉
2. Con esa cámara cualquiera hace buenas fotos
Un punto totalmente opuesto al anterior, y curiosamente creo que también falso. Con una cámara buena puedes conseguir una nitidez, definición y rango dinámico impensable para un iPhone, aunque para eso hay que saberla manejar, cosa que lleva su tiempo de aprendizaje. Curiosamente, con una buena cámara me parece más sencillo hacer malas fotos que con una compacta, quizás porque entre otras cosas, con una reflex la profundidad de campo ya es algo a tener en cuenta, y hay más parámetros para configurar que si influyen en la toma final y que hay que controlar. Con una compacta, tan sólo hay que preocuparse de encuadrar bien, pudiendo conseguir resultados llamativos aplicándole algo de Instagram.
3. Los grandes fotógrafos no usan Photoshop (o cualquier software de edición)
Una fotografía refleja como ve su autor el mundo, y para ello puede ajustarla en lo que vea conveniente. Si el resultado parece real, pues bienvenido sea. La impresionante fotografía de la niña afgana, realizada por Steve McCurry, fue realizada en un estudio portátil, con un tipo de carrete que satura mucho los colores, y después revelada para que quedase perfecta. Eso hoy en día habría pasado por Photoshop, que aunque no lo maneje directamente el fotógrafo, siempre está ahí el ayudante, editor o diseñador gráfico para darle un punto extra a la toma.
4. La fotografía analógica si era fotografía, sin trampas ni retoque
Lo mismo que el punto anterior. Con lo fácil que es hoy en día manipular una fotografía, y gracias a gente con gustos muy exagerados, Photoshop se ha convertido casi en el demonio, cuando su uso es imprescindible para cualquiera que dispare en RAW. Dice la gente que antes, en la época analógica, las fotos no se retocaban porque no era posible, ya que las enviabas al laboratorio y te las daban tal cual salían de la cámara (esto sin contar que cada carrete tiene un comportamiento diferente, y cada revelador también, siendo esto una distorsión de la «realidad» en toda regla). Solo hace falta estar unas horas en un cuarto oscuro (de fotografía) para ver todo lo que se puede transformar la fotografía, desde que sale de cámara hasta que está finalizada. Contraste general, reencuadrar, enfocar, sobreexponer o subexponer localmente, tapar manchas, … vamos, lo mismo que se hace en Photoshop pero sumándole el colocón gratuito de los líquidos.
5. Los grandes fotógrafos nacen con un talento especial
Si esto fuera cierto, un fotógrafo nunca evolucionaría en su vida y siempre haría las mismas fotos geniales, pero curiosamente según pasan los años, van cambiando de estilo y aportando nuevas miradas. Puede que haya gente a la que de manera instintiva se le de bien encuadrar, pero al leer la vida de cualquier gran fotógrafo, todos pasaron años y años disparando sin parar, estudiando la obra de otras personas (fotógrafos, pintores, escritor, da igual de que arte), probando nuevas técnicas, y trabajando sin parar. Si fuera solo cuestión de talento, esa preparación sería inútil. Sólo hay que mirar un poco de la obra de Cartier-Bresson para ver todo lo que se esforzaba en hacer buenas imágenes, dejando el talento natural en un plano bastante alejado.
Estas son solo algunos mitos básicos, espero que os hayan gustado las explicaciones. Otro día escribiré sobre los mitos de la parte técnica, que para ser algo tan exacto parece que hacer una foto se trata de un ritual voodoo.
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Aparición en Grandes Espacios
Llevo poco tiempo dedicándome más en serio con la fotografía, y siempre es un orgullo que publiquen algunas fotos en una revista de tirada nacional. Mi primera aparición en prensa es en el número de enero de la revista Grandes Espacios, con algunas fotos sobre los Monegros, uno de esos lugares que uno no se puede perder, al igual que los otros desiertos españoles de los que habla la revista.
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Yousuf Karsh
Hay fotógrafos que te causan una gran impresión al ver algunas de sus obras, y cuanto más conoces acerca de su trabajo, más te fascina. Este es el caso de Yousuf Karsh, uno de los retratistas más aclamados, y con mucha razón. Imprescindible una visita al trabajo expuesto en la web, donde nos cuenta como surgió cada fotografía y las impresiones que le daba el retratado.