El manejo de la cámara, el diafragma, las velocidades, etc.., tiene que ser un acto reflejo, como cambiar de velocidad en un coche, no hay nada que comentar acerca de estas operaciones por complicadas que sean; se enuncian con precisión militar, en el manual de instrucciones que proporcionan los fabricantes junto con la cámara y su funda de piel de vaca.
verdades de Henri Cartier-Bresson
Buena frase para la reflexión. Sería ideal manejar la cámara de esa forma, pero hay que admitir que también es difícil llegar a esta perfección. Habrá que practicar más. Un saludo Victor.
A base de practicar, supongo que se llegue a ese punto. En coche uno va casi automático, y hay más cosas que manejar que en una cámara.