Hoy iba a poner algo trascendental para empezar la semana ligero, pero como he madrugado para ir al fisio y me ha dejado tan bien la espalda, vengo con una gran conclusión que cambia vidas:
Cuando algo te duele, paga al que te quita el dolor rápido.
Esto no es ninguna lucidez ni frase para poner en una camiseta.
Ni siquiera llega a filosofía de vida.
Simplemente es la sensación de alivio que tienes cuando alguien encuentra justo el punto de dolor y hace que desaparezca en menos de una hora.
Lo importante viene ahora (y no lo pongo al principio de esta publicación porque quiero que entiendas de dónde viene el pensamiento, este sí, profundo y que te cambia la forma en que ves el mundo):
Cuando algo te duele, paga al que te quita el dolor rápido, y te enseña cómo evitar que vuelva el dolor.
Esta es la parte importante.
Evitar que vuelva el dolor.
Quitar el dolor es fácil, todos conocemos las empresas aspirina o vitamina.
Lo difícil es que te enseñen ese hábito que evita que vuelva.
¿Por qué no lo enseñan?
Muchos pensarán que porque así se quedarían sin clientes, lo que denota una gran mentalidad de escasez.
No lo enseñan porque no saben enseñarlo y no confían en que el cliente lo vaya a hacer.
Y eso me da mucha pena por ambas partes.
Cuando algo te duele, en lo físico o cualquier otro ámbito, ¿cómo lo solucionas?